Día gris

Me gusta la lluvia. Me gusta el tacto de las gotas finas en mi cara cuando vuelvo a casa tras un largo día frente al ordenador. Me gusta el olor de la tierra y la hierba mojada. Me gusta la sensación de llegar a casa y poder resguardarse. 
Sin embargo hay una cosa que odio de los días de lluvia. O al menos de la mayoría de ellos. La falta de luz para poder sacar fotos.
Esta mañana amaneció gris. Esperé y esperé por si un rayo de sol conseguía filtrarse entre las nubes antes de salir corriendo a enfrentarme de nuevo a la maqueta en la que estoy enfrascada (que por desgracia para mí, no es la de mi PFC aunque esté quedando genial). 

Todo fue en inútil. Todo gris y tan gris que esto es lo mejor que pude conseguir.

Paris, je t'aime.

Los gorritos me están entreteniendo bastante y el resultado no es nada malo. Espero que os guste también.

Un beso ^___^



Fue un sábado de gorra

Sí, ayer fue un sábado de gorra. Tras pasarme prácticamente todo el día de ayer peleándome con las memorias de un PFC de más de trescientas páginas, a las ocho lo mandé todo al cuerno y decidí hacer algo menos productivo. Aunque no por ello menos gratificante.

La historia es que desde hace más de un año tenía la idea de hacer boinitas, como la que hice para los abrigos de Sweet September del año pasado. Así que, sin tener muy claro qué hacer, al ver el patrón me dije: "es ahora o nunca" y me puse manos a la obra. Me llevó unas cuantas horas a pesar de ser algo bastante sencillito. La culpa fue del lacito, que a pesar de todos mis reintentos, al final conseguir colocar bien.



El resultado es éste, espero que os guste porque después de las noches de insomnio que sufro ya es lo único que me puede levantar el ánimo.



Un beso ^__^

El abrigo del estrés

Resulta que cuanto más estresada estoy, más productiva me vuelvo, costurilmente hablando, claro.

De esta manera, cuando me quedan escasos meses para presentar el proyecto de fin de carrera, más ganas tengo de coser. No porque descuide el trabajo, sino porque es la única manera que tengo de canalizar mi tensión hacia algo productivo. Durante un buen rato no pienso en todo lo que me falta para acabar, el trabajo sin hacer y los problemas que no sé resolver. Durante el tiempo que me pongo a coser sólo pienso en cómo quedará, si las telas combinan, si será bonito, si saldrá bien... pero lo mejor es el resultado.

De pronto, ver que el tiempo invertido se transforma en algo tan bonito hace muy feliz y sobretodo: relaja la tensión acumulada al ver que por fin algo sale bien.


Espero que os guste el resultado de una semana de estrés: este abrigo de listas blancas sobre fondo rosa, con un delicado forro con flores y un lacito azul en la parte superior, donde cierra mediante un automático.


Si queréis ver más está en Etsy, esperando hacer feliz a alguien más.

Un beso ^___^



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